Cuando la mujer gana más que el hombre

¿Cuándo nos comenzamos a valorar en función del dinero que ganamos?

Históricamente hablando es reciente este fenómeno de que las mujeres ganen más dinero, por el trabajo que realizan, que los hombres. A lo que estábamos acostumbrados era a un hombre proveedor y una mujer ama de casa. Junto con los cambios tecnológicos, históricos, políticos y culturales las mujeres salieron al mundo laboral y muy lentamente (algunas) comenzaron a tener puestos más altos y mejor remunerados que sus esposos.

Junto con esta abundancia económica llego lo que realmente asusta a algunos esposos, la autosuficiencia de la mujer. El dinero sabemos todos que da poder y libertad. Jugando el rol de proveedor y ama de casa, los hombres tenían hasta cierto punto el control de la situación. Si una mujer quería comprar un par de medias, medicinas, o jamón tenía forzosamente que pedirle al marido dinero. Y se establecía un juego de poder… ¿Te doy o no te doy?

Con las nuevas formas muchas mujeres pueden comprarse desde un par de medias hasta una casa, si así lo desean y esto es en realidad lo que asusta a los hombres, la autosuficiencia y la independencia que conlleva.

Parecería de una extraña manera que los hombres piensan que si ellos ganan más dinero, tienen el control sobre las mujeres y la seguridad de la permanencia de la relación. Y que si ellas ganan más dinero los van a abandonar, las mujeres se van a ir, no van a querer estar en esa relación. ¿En verdad los hombres quieren tener a su lado a mujeres solo por dinero? ¿No es acaso mucho más lindo saber que estamos en la relación de pareja por decisión mutua por el amor que nos une?

Las mujeres evolucionamos salimos al mundo, tenemos estudios, hacemos bien nuestro trabajo y seguimos conservando la responsabilidad de la casa, es bien sabido que aun cuando una mujer gane más que su marido ella sigue haciendo la mayoría de las labores del hogar. No es que en realidad haya cambio de roles, los roles siguen siendo los mismos solo se le aumento una tarea extra a la mujer… Salir a trabajar.

Lo que buscamos no es un cambio de roles, las mujeres queremos igualdad. Buscamos una nueva forma de relación, buscamos nuevas reglas, diferentes labores, queremos una relación de pareja, que en verdad sea pareja.

¿Por dónde empezar?
Es fundamental que cuando una mujer gane más que su marido, la atención no recaiga en lo que él hace o dejo de hacer, o lo que hizo mal para que ahora ella gane más. No el punto es aplaudir los logros de la pareja… No solo de la mujer, de la pareja que está siendo un espacio de libertad y crecimiento capaz de permitir el avance y logros de cualquiera de sus miembros.

Para llegar a éste punto, los hombres y las mujeres deben dejar de valorarse por el dinero que ganan, los seres humanos somos mucho más que eso, tenemos que ser capaces de ver más allá.

Cuando hay dos que deciden formar una pareja, un matrimonio, lo primero es hacer un proyecto de pareja:
¿Qué queremos de esta unión?
¿Qué es lo que espero de ti en función a la relación?
¿Y tú qué esperas de mí?
¿Hasta dónde vamos a llegar juntos?
¿Dónde y cómo queremos vivir?
¿Cuáles son tus fortalezas y cuáles son las mías?
¿Qué es lo que más nos conviene hacer para cumplir con nuestros planes?

Haciendo estas reflexiones nos podemos encontrar con que la mujer tiene más posibilidades de crecimiento en la empresa que se encuentra y que la remuneración económica será favorable para el proyecto de pareja. No estamos hablando de poder, estamos hablando de proyecto en común y en pareja decidimos lo que es mejor para los dos.

¿De qué manera realizamos nuestros proyectos individuales sin descuidar el de pareja y viceversa?
¿Qué nos conviene hacer?
¿De qué manera los dos crecemos?
¿Qué es prioritario?

Por qué tristemente también me he topado con casos en los que ellas ganan más que el marido, deciden hacer cambio de roles, él se queda en casa y atiende niños y cosas del hogar, ella sale a trabajar y es la proveedora pero también asume este papel machista de poder.

Regañan al marido, no le dan permiso de hacer actividades o de ir a lugares, ellos tienen que pedir dinero, porque no es suyo, tienen que pedir permiso y ellas se asumen como proveedoras económicas y de libertades. No eso no buscamos no queremos cambios de roles y juegos de poder.

Los pensamientos deben de ir en el sentido de la igualdad, el bien común, el respeto mutuo, el apoyo mutuo y sobre todo el amor. Venimos a esta tierra a convertirnos en nuestra mejor posibilidad y en pareja es una aventura maravillosa, no venimos a cumplir las expectativas del otro ni a competir. Nos gusta tener un testigo de nuestra vida y ser testigos amorosos de otros.

Si en pareja nos damos la mano y trabajamos en equipo, tenemos un gran porcentaje de probabilidades de cumplir con nuestros proyectos tanto individuales como de pareja.

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